La Importancia de un nombre
Todos, a lo largo de nuestra vida hemos tenido que ponerle nombre a
alguna mascota, algún juguete… Este proceso nos ha llevado a la más profunda
reflexión; -¿Será apropiado?, ¿le definirá correctamente? ¿pegará con sus
acciones?-. Todos, absolutamente todos le hemos dado nombre a algo y por ello
conocemos las dificultades que entraña esta tarea. El nombre ha de ser el
adecuado, y a causa de esto nos tomamos nuestro tiempo para encontrar el que
mejor se ajuste a nuestras necesidades.
Con las empresas o
productos ocurre lo mismo. El nombre es un aspecto muy importante dentro de el
mundo empresarial; da una primera impresión de la empresa o producto del cual
estamos hablando. La elección del nombre es crucial en el mundo empresarial,
este puede otorgarnos un posicionamiento en el mercado mucho mejor que el de
nuestra competencia, o simplemente mejor que otros productos o empresas. A Nike su línea de moda llamada
"Just Do It 'les ayudó a elevarse por encima de la venta de zapatillas o
complementos de deporte; traspasó la simple venta de algo para convertirse en
un concepto, que incluía “superación”, “ambición”, “ser el mejor”…
A la hora de darle
nombre a algo tenemos que tener en cuenta que lo que nosotros decidamos va a
ser lo primero que el cliente oiga, por ello este tiene que tener una
presencia, ser capaz de definir el producto o la empresa, así como llamar la
atención. Es muy importante saber lo que se quiere expresar para no herrar.
El logotipo de una
empresa o marca es algo muy representativo, pero existe un problema, este no
puede ser utilizado por todo el mundo; en cambio el nombre sí. Nadie sin licencia pude reproducir un
logotipo registrado, pero el nombre de un producto o marca puede ser utilizado
por cualquiera cuantas veces quiera. por ello podríamos decir que se puede prescindir
del logotipo, pero no del nombre. Esto es lo que realmente nos diferencia de
nuestra competencia y hace que nos posicionemos en un lugar determinado de la mente del publico. De esto se
hace eco Joan Costa, uno de los fundadores de la comunicación visual; para él,
el nombre es el primer signo de identidad. “El nombre de la marca es el mensaje
más repetido de todos. Mucho más que los logotipos, los símbolos y los colores.
Mucho más repetido que sus anuncios, que se “queman” con cada campaña y han de
ser sucesivamente renovados”.
Elegir un mal nombre puede perjudicar el dinamismo
empresarial tanto o más que otras herramientas. Oscar Wilde ya se dio cuenta de
esto cuando escribió una de sus obras más famosas “La importancia de llamarse
Ernesto”. Wilde poco sabia en ese momento del mundo empresarial, dado que era
escritor, y mucho menos de la competitividad comercial que existe actualmente
debido a la globalización, pero fue capaz de captar la esencia de la
importancia del nombre, de cómo nos llamamos y de lo mucho que esto influye en
nuestro entorno.
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